No existe ninguna marca de audífonos que tenga un audífono sumergible. Los audífonos modernos tiene una protección IP98 contra el agua, es decir que pueden aguantar perfectamente salpicaduras y el sudor pero no están pensando para sumergirlos dentro del agua.
A pesar de esto los problemas con la humedad suele ser uno de las principales problemas por los que un audífono deja de funcionar.
Como sabemos los accidentes ocurren y si te ha pasado algún accidente de este tipo es mejor tener claro los pasos para intentar salvar la vida de nuestro audífono.
Si tu audífono ha caído en alguna piscina este verano o en el baño sigue los siguientes pasos:
- Quita las pilas del audífono inmediatamente. Si tu audífono es recargable y la batería no es extraíble, apágalo.
- Seca con un pañuelo o trapo la parte exterior del audífono. Asegúrate que no quedan restos de agua en la superficie del audífono.
- En el siguiente paso, deberemos deshumidificar el audífono. Lo ideal es utilizar un deshumificador para audífonos pero en caso no tengas puede utilizar un secador. Siempre debes utilizar el secador en aire frio, porque el aire caliente podría dañar la prótesis auditiva. Tampoco debes ponerlo en otras fuentes de calor como el microondas o el horno.
Cuando termines con estos pasos, esperaremos unas horas para volver a encender el audífono para asegurarnos que los circuitos del audífono están completamente secos antes de que pase electricidad por ellos.
La pilas que quitaste en el punto 1, tíralas y utiliza unas nuevas para la puesta en marcha.
Después de este tiempo es el momento de la verdad, encenderemos el audífono y vemos si funciona.
En caso de que la música no suene o no amplifique el sonido deberemos llevar a reparar el audífono a un centro auditivo.
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