La clave para abordar la sordera infantil es la detección precoz. La evidencia nos demuestra que los niños sordos que reciben atención temprana tiene un mejor desarrollo comunicativo y global, ya que el desarrollo íntegro del niño se ve afectado por la falta de audición.
Actualmente los programas de detección precoz de la sordera han evolucionado pero aún así el entorno más cercano al niño puede ser de gran ayuda por eso hoy os planteamos un serie de signos que podría ser una señal de alarma para acudir al otorrino.
Edad del niño | Posibles signos de sordera |
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Entre 0 y 3 meses | Cuando el niño es expuesto a un sonido no hay reacciones con respuestas reflejo como parpadeo. No se asusta ante ruidos fuertes. No se calma al oír la voz de su madre. |
Entre 3 y 6 meses | No voltea los ojos o la cabeza para buscar de dónde provienen los sonidos. No se entretiene con juguetes que hacen ruido. Se mantiene indiferente a los ruidos familiares, inclusive la voz de la madre. |
Entre 6 y 9 meses | Cuando quiere llamar la atención, no realiza vocalizaciones, sino golpea objetos cuya vibración al caer asocia con su presencia. Cuando se le llama por su nombre, no muestra atención. No juega con sus propios sonidos, ni con sus vocalizaciones, repitiéndolas e imitando las de los demás. No muestra preferencia por los juguetes sonoros o musicales ante los que no poseen esta característica. Cuando se le dice: adiós, No contesta con la mano. Ya se orienta a sonidos familiares, pero estos tienen que ser necesariamente demasiado fuertes. |
Entre 9 y 12 meses | No reconoce cuando le nombran a “papá” y “mamá”. Usa señales y gestos para hacerse entender. No entiende cuando se le llama por su nombre. No comprende palabras familiares |
Entre 12 y 18 meses | No responde de forma distinta a sonidos diferentes. No dice palabras básicas como «papá» y «mamá» con contenido semántico. Aunque emite sonidos, el niño no se entretiene escuchándolos o emitiéndolos. No se le entienden las palabras que dice. Usa gestos y señas para hacerse entender. Aún cuando se le llama por su nombre, no responde. |
Entre 18 y 24 meses | No presta atención a los lecturas de cuentos. Sigue sin comprender órdenes verbales sencillas, si estas no van acompañadas de gestos. No conoce su nombre. No elabora frases de dos palabras. No identifica las partes del cuerpo. |
Entre 2 y 3 años | Aun no se le entienden las palabras que dice. No ha aumentado su vocabulario. No repite frases, ni es capaz de elaborarlas con ni siquiera dos palabras. No contesta a preguntas sencillas |
Entre 3 y 4 años | No se le entiende claramente lo que dice. No sabe contar lo que le pasa, ni aún es capaz de mantener una conversación sencilla con otra persona. No obedece dos órdenes secuenciadas. No es capaz de cantar o tararear. Su aprendizaje escolar se ve retrasado con respecto a sus compañeros |
Entre 4 y 5 años | No conversa con otros niños. No manifiesta un lenguaje maduro (su lenguaje sólo lo entiende su círculo cercano) y ni lo emplea eficazmente. |
Entre 5 y 6 años | Su nivel de lenguaje está muy por debajo del nivel de sus compañeros. Se distrae con facilidad, debido a las dificultades de atención que presenta. No responde en ambientes ruidosos. Presentan grandes dificultades en el aprendizaje lecto-escritor. |
Cómo actuar cuando se detecta la posible sordera en el niño
Lo primero que tenemos que tener claro es que la sordera del niño debe ser confirmada oficialmente por un otorrino y una vez confirmada la sordera debemos enforcar la atención de la sordera infantil con un abordaje interdisciplinar.
El siguiente esquema propuesto por FIAPAS intenta explica los roles de cada uno de los agentes que estarán involucrados en el abordaje de la sordera infantil, siendo los principales agentes: Otorrino, logopeda, audioprotesista, profesores, equipo de orientación y entorno familiar.

Bibliografía
- Guía de recursos para la discapacidad auditiva de Castilla la Mancha.
- Ceisal
- FIAPAS